A flor de piel el cosmos inabarcable se invierte y encuentra su límite. A flor de piel el hombre se libera y expresa sus sensaciones.
El cosmos natural y el cosmos individual de cada persona se encuentran en la piel.
El buen cuidado, la ética y la armonía de los mensajes que la piel recibe dejan su impronta en esta importante frontera terapeutica que es además el órgano más grande del cuerpo humano.
Cosmoética ayuda a la piel a que refleje toda la belleza interior del ser y su armonía con el cosmos, lo cual produce un sentimiento de bienestar y plenitud. Esta buena relación se manifiesta de forma Bella, Vital y Poderosa.
Cosmoética destaca aquello del cosmos que sirve a la persona para vivir mejor. Seleccionamos y preparamos lo que es bueno, lo virtuoso, en definitiva lo que es ético.