Nuestra imagen está basada en los mandalas creados por la artista alemana afincada en España, Mayra Andrea Kanne.
El mandala es un dibujo o pintura circular en el que hay una interacción constante y variada entre el centro y la periferia.
El maravilloso viaje desde el pleno potencial –ilimitado- a la manifestación –siempre limitada- es diferente y altamente complementario entre el ser humano y los árboles.
La palabra cuerpo significa literalmente aquello que es limitado. Como tal, como limitado, se mantiene frente al cosmos ilimitado gracias a una infinita contracción.
La respuesta a la infinita contracción surge del alma y es la eterna expansión, la unión ¡temporal! con todo lo creado, con un todo que se percibe por afinidad en cada uno. Somos creadores de tiempo vivo dando un sentido nuevo a lo que vemos, a lo que nos nutre o a aquello que experimentamos expandiéndonos sin fatiga ni desgaste.
En los mandalas la persona ve reflejada su individualidad cuando toma decisiones y de acuerdo a estas decisiones actúa reespiritualizando así la tierra . La misión individual de ver, nutrirse, conocer , utilizar y crear nuevo sentido, se convierte en una misión sagrada que transforma la mente y también transforma el entorno.
El hombre que se ama a sí mismo honrando y usando sus talentos, se transforma hacia su mejor yo, Expande su mente y recibe en respuesta un entorno de seres afines que le dan un nuevo sentido de trascendencia. Le asisten los espíritus de las plantas sanadoras y los espíritus de valor y coraje de árboles amigos.
Esta múltiple interacción está representada en los mandalas, que serenan la mente elevándola a un nuevo estado de equilibrio logrado con amor y comprensión.